Inicia el Encuentro Norestense de Mujeres en el Cine

Con el objetivo de reconocer el papel que juegan las mujeres en la industria cinematográfica, el Festival Internacional de Cine de Monterrey integró a sus actividades por primera vez el Encuentro Norestense de Mujeres en el Cine.

Juan Manuel González, Fundador y Director del FIC Monterrey, estableció que el interés principal del encuentro es “detectar cuáles son las necesidades, vienen cineastas latinoamericanas, para saber cuáles han sido sus retos, oportunidades, sus logros, para saber cuáles son las necesidades para el desarrollo equitativo”.

Además subrayó que los resultados y conclusiones a los que se lleguen en este encuentro, serán entregados a la Presidenta de la Academia, Dolores Heredia; al Director del Instituto Mexicano de Cinematografía, Jorge Sánchez; y al Presidente de CONARTE, Ricardo Marcos: “el objetivo de esto, es que la voz de cada una de ustedes pueda tener una resonancia a nivel local y nacional, para que se sepa qué es lo que quieren las mujeres que hacen producción audiovisual en el noreste de México, qué necesitan y hacia dónde quiere dirigir su área profesional”.

La inauguración del evento, realizado en el Centro Cultural Plaza Fátima, fue con la charla Mi vida en el cine, de la actriz Diana Bracho, conducida por la cinefotógrafa Tania Ramírez.

La actriz de cine, teatro y televisión dijo que a lo largo de su carrera artística ha tenido la oportunidad de observar cómo ha ido evolucionando el papel de la mujer en el cine.

Hay dos papeles femeninos que se han destacado a lo largo de la historia del cine, comentó la actriz: “Hay dos personajes que son emblemáticos, una es la prostituta, el papel de la prostituta en el cine mexicano ha ido variando mucho”.

Bracho mencionó dos películas donde se puede apreciar este papel, una es Santa, donde la mujer protagonista “es una buena mujer, pero es maltratada por la vida… es una mujer víctima del melodrama”.

Las Poquianchis demuestra una visión de la prostitución muy particular. El director, Luis Cazals, rompe con el arquetipo tradicional de “la prostituta buena y dulce y la convirtió en una victimaria (…) le quitó el aspecto moral a la cuestión de la prostitución”, resaltó Bracho.

Otro papel femenino que ha sido muy explotado en el cine mexicano es el de “la madre santa”. De acuerdo a la actriz, este rol solamente es la manera en que los hombres perciben a la maternidad y a la mujer: “(..) de alguna manera habla de la visión que los hombres tienen de la mujer, la madrecita santa, abnegada, la que aguanta que el marido la engañe porque es muy buena”, declaró.

Sin embargo, otro director que también transgrede estos roles tradicionales de la maternidad es Buñuel con su película de Los olvidados, ya que plasma a una madre que le quita la comida a su hijo, dejando de lado la figura de la progenitora abnegada y sacrificada, advirtió.

Diana Bracho enfatizó que se han hecho avances en cuestiones de equidad e inclusión de las mujeres en la industria cinematográfica, ya no como las asistentes, sino como protagonistas de sus propios proyectos. Poco a poco se han ido abriendo un lugar importante en la industria del cine en México como directoras, guionistas, fotógrafas, camarógrafas, entre otras, sin embargo, todavía queda mucho por hacer.

Actualmente, las escuelas de cine tienen un porcentaje muy alto de alumnas, como es el caso del Centro de Capacitación Cinematográfica. De esta institución, egresó la directora Busi Cortés, quien dirigió El secreto de Romelia, que está basada en un cuento de la escritora Rosario Castellanos. Para Diana Bracho fue una enorme satisfacción haber participado en este filme, ya que habla “ella habla mucho de la sensibilidad femenina, es una película de mujeres, sobre mujeres. Fue maravilloso trabajar con ella, el tono del trabajo era muy suave, muy amoroso, muy maternal, pero no todas las mujeres son así y ni tienen porqué ser así”, dijo.