Diana Bracho recibe el Cabrito de Cristal por ser Ícono del Cine Mexicano

Para celebrar la trayectoria de figuras artísticas que han marcado al cine nacional, el Festival Internacional de Cine de Monterrey instauró la entrega del Cabrito de Cristal, que en su edición décimo segunda fue entregado a la actriz Diana Bracho, por su carrera de actuación en cine, teatro y televisión.

En la ceremonia realizada en el Aula Magna del Centro Cultural Universitario Colegio Civil, Bracho sostuvo un breve diálogo con la promotora de cine, Paula Astorga, en el que se mostró contenta por el reconocimiento que le hacía el FIC Monterrey: “Pero de pronto llega una llamada que dice ‘te vamos a hacer un homenaje, que sorpresa, que regalo, que maravilla, sobre todo porque es algo inesperado, es algo que me llena de alegría”.

Diana Bracho creció rodeada de cine. Gracias a su padre, el director de cine, Julio Bracho, pudo familiarizarse con personalidades del mundo artístico desde que era una niña: “Yo crecí viendo cine, conociendo a las personas que hacen cine con mi papá, fue mi atmósfera natural (…) nunca pensé que eran personalidades famosas”, declaró.

De la misma manera, la homenajeada señaló que el cine es un ente vivo, que con el paso del tiempo va cambiando, y los actores y demás personas involucradas, tienen que adaptarse a los cambios: “El cine, siempre digo, es un ser vivo, que se mueve, que respira, que avanza, que retrocede, que crece, que disminuye, lo veo como un proceso que no se detiene (…) lo maravilloso es adecuarse a las nuevas formas”.

La actriz considera que uno de los cambios más significativos que ha sufrido el cine es que se ha dado más libertad a los actores al momento de interpretar a sus personajes, lo cual es algo positivo, ya que para que continúe vivo tiene que reinventarse: “Ahorita el cine es muy libre, es fantástico porque la cámara te va siguiendo…hay una manera más libre de trabajar. A mí me encanta hacer cosas diferentes y nuevas, el cine es un ser vivo, hay que conservarlo así”.

Al momento de elegir a sus personajes, Bracho pone especial atención al guión, ya que es lo más importante para hacer una buena película. Además, se fija que el personaje que vaya a interpretar sea muy distinto a ella: “(…) soy muy rigurosa en cuanto al guión porque para hacer una película me tengo que enamorar de la historia, me tengo que enamorar del personaje, entre más diferente sea de mí, me gusta más”, dijo.

Para que sus personajes sean genuinos, Bracho confía mucho en su imaginación, que constantemente está nutriendo de música, pintura, y arte en general, ya que esto llena de vida a sus personajes: “Esto de la imaginación tiene que ver con las imágenes, el arma más importante de un actor es la imaginación, crear imágenes, darles vida y hacer que el público vea esas imágenes, porque si no tienes imágenes resultan personajes estereotipados y acartonados”, detalló.

Tras el diálogo, el Secretario de Extensión y Cultura de la UANL, Celso José Garza Acuña, le entregó el Cabrito de Cristal a la actriz.

La artista agradeció la presea otorgada por el FIC Monterrey, y comentó estar orgullosa de recibirla en un recinto universitario porque éste es “el alma de nuestros pueblos”, concluyó.

Al finalizar el homenaje, se proyectó la primera película que hizo Diana Bracho, El castillo de la pureza, de Arturo Ripstein.